Pues este niño nos sigue asombrando con la capacidad que tiene para "aprender de la nada". No es que aprenda por generación espontánea, pero para una mujer como yo, que ha ido a la guardería desde el año es muy difícil asimilar que un niño pueda aprender cosas como leer o sumar a edades tempranas simplemente porque ha tenido estímulos a su alcance y por la curiosidad innata de los niños y niñas por aprender. Me cuesta pensar que no ha habido un profe, un papá, una mamá que le hayan dicho "mira nene, que esto es así" y que haya sido él mismo el que pregunte "esto es así, por esto?" y ya de ahí explicarle lo que quiera, las veces que lo pida. Su último descubrimiento ha sido que, jugando con su padre a poner números con los dedos, se puede sumar. Todo vino porque su padre, para ver si le pillaba, en lugar de poner el número dos como suele hacerse, cogió un dedo de cada mano y Asier llegó a la conclusión de que seguían siendo dos dedos. Estos días han sido un contínuo "jugamos al uno + uno?", pero ya pidiendo "ponme 3 + 5, 2 + 2..." y de los dedos pasamos a contar cuantas personas somos en casa, cuantos perros, cuántos gatos y cuántos somos en total. Esta mañana le he descubierto jugando a la inversa, con sus coches, escondía uno debajo de la almohada y decía "ahora sólo tengo 3, ahora sólo tengo 2..." Ojalá nunca llegue el día en el que deje de ver sus avances de primera mano!!!
Con la lectura vamos viento en popa, cada vez lee palabras más difíciles y lo mejor es que disfruta haciéndolo. Aún queda mucho para que lea frases y se entere de lo que significa la frase, pero como siempre, que ya he convertido la frase en mi mantra, no tenemos prisa!
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